2do Presidente de Bolivia y 4to Presidente de Perú
Antonio José de Sucre y Alcalá nació el 3 de Febrero de 1795 en Cumaná, Edo. Sucre. Sus padres fueron María Manuela de Alcalá y Sánchez y Vicente de Sucre y Urbaneja. Fue un político, estadista y militar venezolano, prócer de la independencia americana, así como presidente de Bolivia, Gobernador de Perú, General en Jefe del Ejército de la Gran Colombia y Comandante del Ejército del Sur. Era hijo de una familia acomodada de tradición militar, siendo su padre coronel del Ejército Patriota. Es considerado como uno de los militares más completos entre los próceres de la independencia sudamericana.
En 1809 ingresa como cadete a la Compañía de Húsares Nobles de Fernando VII, en Cumaná. En 1810 es nombrado Subteniente de milicias regladas de infantería En 1812 es uno de los firmantes, en Barcelona, del acta de la Junta de Guerra. Cuando regresa mas tarde a Venezuela naufraga en el golfo de Paria. En 1816 Mariño lo nombra Jefe de su Estado Mayor y lo asciende a Coronel. Es nombrado Gobernador de la antigua Guayana y Comandante General del Bajo Orinoco. En 1820 sera uno de los comisionados para concertar los Tratados de Trujillo. En 1822 vence a los realistas en Pichincha y libera a Quito, de cuya Intendencia General, ya como General de División, es encargado por Bolívar.
Vence en Junín en agosto de y en Ayacucho en diciembre de 1824, sella la libertad de América y recibe el título de Gran Mariscal de Ayacucho. En 1830 toma partido por Bolívar al suscitarse el movimiento separatista de Páez. En enero es electo Presidente del Congreso Admirable, reunido en Bogotá, y viaja a Venezuela en misión conciliadora. Cuando regresa a encontrarse con su familia en Quito es asesinado en la montaña de Berruecos, al Sur de Colombia, el 4 de junio de 1830. José María Obando será señalado como autor intelectual y Apolinar Morillo como ejecutor del crimen.
Ultima carta a Bolívar
Escrita en Bogotá el 8 de mayo de 1830:
"El dolor de la más penosa despedida. No son palabras las que pueden fácilmente explicar los sentimientos de mi alma respecto a Ud.: Ud. los conoce, pues me conoce mucho tiempo y sabe que no es su poder, sino su amistad la que me ha inspirado el más tierno afecto a su persona. Lo conservaré, cualquiera que sea la suerte que nos quepa, y me lisonjeo que Ud. me conservará siempre el aprecio que me ha dispensado. Sabré en todas circunstancias merecerlo. Adiós, mi general, reciba Ud. por gaje de mi amistad las lágrimas que en este momento me hace verter la ausencia de Ud. Sea Ud. feliz en todas partes y en todas partes cuente con los servicios y con la gratitud de su más fiel y apasionado amigo".
Por: Rafael Castro
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